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Dieta para bebés menores de seis meses
13 julio 2019
Sé saludable
Aquí algunas recomendaciones sobre la dieta que se debe establecer para un bebé a partir de las 18 semanas de vida.
Todo lo relativo al universo de los bebés supone cientos de preguntas con múltiples posibilidades de respuesta. Es el caso de la alimentación antes de los seis meses de vida, un proceso en el que según Alexandra Flórez, pediatra de SURA, no solo se tienen en cuenta el peso y el desarrollo físico del niño, sino también sus características familiares y particulares, como el grado de accesibilidad que tiene a la leche materna porque “no es lo mismo un paciente que está con su madre todo el tiempo a uno que recibe menos leche porque su mamá trabaja”, explica.
A pesar de esto, hay algunas visiones generales sobre la introducción de alimentos a la dieta de los pequeños y Flórez da claridad sobre ellas: “para el caso de los niños nacidos a término, es decir, quienes nacieron después de las 37 semanas de gestación, se puede iniciar la dieta a los cuatro meses y medio. Para esto hay dos caminos: con frutas o con verduras. Lo más importante es que independientemente de cuál de las dos opciones se elija, se debe tener claro que por ningún motivo hay que introducir azúcar, sal o miel de abejas”, dice la experta.
Agrega que en caso de elegir las frutas como la apertura al mundo de los sabores, los olores y las texturas de la alimentación, pueden tenerse en cuenta productos como mango, pera, manzana, guayaba, melón, melocotón, papaya y granadilla. “A los 20 días de la introducción de las frutas, más o menos, pueden hacerse preparaciones con verduras como zanahoria, auyama, brócoli, espinaca, papa, papa criolla, arracacha y remolacha. Estas se pueden mezclar con proteína animal, como carne o pollo, y posteriormente pescado. Todo esto pasa ya llegando a los seis meses”, afirma la pediatra.
Asimismo, destaca que algunas corrientes de alimentación sugieren preparar papillas o alimentos semisólidos para los pequeños entre los cuatro meses y medio y los seis meses, y de ahí en adelante introducir los sólidos bajo la mirada del Baby-led Weaning, es decir, la práctica de dejar que los niños utilicen su curiosidad para explorar y experimentar nuevos sabores.
Si al momento de introducir los alimentos se generan alergias, los síntomas de alarma son vómitos continuos, diarrea, deposiciones con sangre y brotes en la cara. En casos menos frecuentes, hay alergias que se manifiestan con mayores impactos como hinchazón en cara, dificultad respiratoria y los edemas angioneuróticos (inflamación de la laringe que puede causar la muerte).
“Las alergias ocurren con ciertos alimentos y de manera muy ocasional. El huevo, por ejemplo, es uno de los que puede producir ese tipo de alergias pero es bastante raro. También puede suceder con la leche, y en ese caso habría que reemplazarla por un producto especial que cumpla con los mismos requerimientos nutricionales”, explica Flórez, quien recomienda visitar al pediatra si se presentan estas situaciones para analizar los factores de riesgo para el desarrollo de nuevas alergias.
Como recomendación de la pediatra, recuerda que antes de que el bebé cumpla el primer cuatrimestre de vida, su tracto digestivo no tiene las enzimas necesarias para digerir estos alimentos. Por esta razón, en caso de introducir de forma anticipada opciones distintas a la leche materna, se pueden generar vómitos, diarreas e incluso desnutrición.
Para tener en cuenta:
- La alimentación complementaria a la leche materna puede iniciarse a partir de las 18 semanas de vida.
- No puedes obligar a tu bebé a comer. Si no recibe ciertos alimentos no significa que siempre los va a rechazar. Puedes servirlos en su plato con recurrencia hasta que los acepte.
- Todos los alimentos que se le introduzcan al bebé después de la lactancia materna deben ser naturales.
Fecha de publicación: julio 13 de 2019.
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