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4 claves para la salud oral de tus hijos

7 febrero 2020 Sé saludable

Crear hábitos en la primera infancia es lo principal para la higiene oral de toda una vida.

​La salud oral empieza en casa. Para lograr buenos hábitos en tus hijos, antes de llevarlos a su primera cita odontológica, debes revisar qué tan importante es para ti una buena rutina de higiene. Esto es parte del ejemplo que les darás y, haciéndolo de la manera correcta, será un aprendizaje para toda la vida.

Te compartimos cuatro recomendaciones sobre cómo lavar los dientes de tus niños, desde qué edad, cada cuánto hacerlo y otros datos de interés suministrados por María del Pilar Eguilior, odontopediatra de SURA.

Recomendaciones para el primer diente de tu hijo

Mientras el bebé se alimenta con leche materna, no hace falta que limpies los rebordes de su boca​, o encías, pues deben aprovechar las inmunoglobulinas de la leche para su desarrollo. Sin embargo, cuando reciba alimentación complementaria, sí debes limpiarlos con tus dedos o una gasa, utilizando agua hervida o de botellón.

Una vez nazca el primer diente, utiliza cepillo y crema dental con flúor (el componente exacto es 1100 partes por millón (ppm), según lo determina la Academia Americana de Odontología Pediátrica) y la cantidad de crema que debes usar es similar a un cuarto de un grano de arroz crudo.

Ten presente llevar a tu niño al odontólogo por primera vez antes de los seis meses de edad, procura no superar ese tiempo, tenga o no su primer diente.

Cepíllalo mínimo dos veces al día

Los dientes van perdiendo minerales y la manera de recuperarlos es con el flúor de la crema, que también ayuda a neutralizar el ph intraoral. Aunque la recomendación es que niños y adultos se cepillen tres veces al día, lo mínimo que hay que hacerlo son dos: una vez en la mañana y otra en la noche.

Esto es importante porque cada vez que un niño come, el ph de su boca baja y un buen lavado lo recupera. Muchos niños toman tetero ​después de la cepillada nocturna y esto es un riesgo debido a la baja producción de saliva en la noche. Por eso en la mañana, cuando su ph vuelva a bajar por el desayuno, hay que cepillarlo.

Consejos para una buena limpieza oral

  • Con el cepillo se lavan: dientes, mucosas de las mejillas, paladar, lengua y encías. Este proceso masajea y estimula la salida de los demás dientes. Si al comienzo esta limpieza te cuesta trabajo, puedes ayudarte con tus dedos o con gasa. En la medida en que nazcan nuevos dientes, el cepillado debe ser constante y no hace falta hacerlo con mucha fuerza: es un movimiento suave.
  • Se recomienda cepillar en círculos la parte interna, la externa y por la se mastica, sin olvidar masajear las encías: los círculos en la parte de arriba deben frotar la encía hacia abajo y viceversa. Procura que el cepillo que usas sea pequeño, de cabeza angosta, con mango ergonómico y cerdas suaves.
  • La forma correcta de lavar los dientes​ es con el cepillo seco: no debes mojarlo antes de empezar (esto también aplica para adultos). En cuanto a la seda, úsala solo cuando le hayan salido todas las muelas de leche y ten presente que venden unas sedas especiales con un aplicador que te da distancia entre su boca y tus dedos para que los limpies en forma de serrucho.
  • Así el niño tenga espacio suficiente entre sus muelas y no veas residuos en ellas, debes utilizar la seda. Sobre el uso de enjuague bucal, este es un producto adicional, aunque no es necesario: para un niño es suficiente una higiene con cepillo, crema con flúor y seda dental.

Cepilla los dientes de tu hijo después de darle medicamentos

Cuando tu hijo tome medicamentos, cepíllalo. Estos son pegajosos y no favorecen la salud oral. Si no se deja, debes hacer que tome un vaso de agua y, en caso de que el fármaco se deba consumir en la mañana o en la noche, procura que sea antes de lavar sus dientes.

Esto también aplica para los inhaladores. Por lo general la rutina incluye: comer, realizar la limpieza oral y, al final, inhalar el medicamento, pero este último proceso debe efectuarse antes del cepillado con el fin de que no altere el ph de la boca​ del niño. Mientras él adquiere estos hábitos es bueno que tengas dos cepillos, uno para que tu hijo juegue, muerda e intente cepillarse solo y otro para que tú hagas el trabajo de refuerzo sin olvidar que es con las cerdas secas y crema dental con flúor.

 

Fecha de publicación: febrero 7 de 2020.

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